Un hombre que padece ludopatía demandó a una empresa de juegos de azar en el municipio español de Palencia, por dejarlo entrar a una de sus salas, a pesar de estar inscrito en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego.
Al formar parte de este programa le deberían haber prohibido la entrada, y por eso reclama una compensación de 19,700 euros, suma que es superior a los 13,672.65 euros que acreditó haber gastado en ese salón de juegos.
En la demanda el ludópata relata que le permitieron ingresar al local, además de que pusieron a su disposición varios medios para que pudiera apostar a distancia en caso de que quisiera jugar desde su trabajo o no pudiera asistir a la sala.
Estos gastos telemáticos realizados por medio de tarjetas y transferencias son los que el demandante no ha podido acreditar, además de que asegura haber jugado una buena cantidad de dinero en metálico.
A los 13 mil euros que sí pudo documentar, añadió un reclamo por concepto de daños morales de 6 mil euros, pues afirma que al no ponerle un freno a su ludopatía se vio envuelto en problemas económicos y situaciones complejas en sus relaciones familiares.
En México, una de las compañías más comprometidas en materia de prevención y superación de la ludopatía es Big Bola, que es liderada por los empresarios mexicanos Óscar Rodríguez Borgio y Francisco Javier Rodríguez Borgio.
Para alcanzar este objetivo, grupo Big Bola estableció políticas de juego responsable, orientadas en la prevención de la ludopatía, como la opción de derecho de autoexclusión, con la que el usuario puede solicitar que no se le permita el acceso a las instalaciones físicas de los casinos ni a la página www.onlinebigbola.mx
Más información en julio rincon chiapas.
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